miércoles, 28 de mayo de 2008

El micropoder de las grandes ideas

El micropoder, un concepto acuñado por Javier Cremades, es el poder pequeñito de cada uno pero que, agregado, supone un poder enorme, similar a un ejército de davides que generan opinión y presión al Goliat de las grandes corporaciones y a los poderes tradicionales.
Javier Cremades, abogado experto en libertad de expresión y medios de comunicación, es el autor del libro "Micropoder", en el que reivindica la fuerza del ciudadano al manifestar sus gustos como consumidor, su opinión, su voto y su peso como accionista.
Llevando estas ideas al espacio virtual de la red, resulta interesante destacar la intencionalidad primera con la que esta fue creada: A diferencia de sus predecesores en la galería de inventores ilustres, Berners-Lee renunció a cualquier concepción de que la Web era su "propiedad intelectual" e insistía en que debería considerarse una "creación social" diseñada para ayudar a la gente a trabajar juntos.

En este contexto, resulta paradójico que uno de los frutos más trascendentales de la inventiva humana de los últimos años plantee precisamente abolir el sistema que ha protegido hasta ahora esa capacidad de innovación. En nuestro universo digital, estamos hablando de la tan actual y mediática batalla entre el Copyright, Copyleft, "piratas informáticos", usuarios y Sociedades de protección de los derechos de autor.

Cuando una persona compra un coche, una camisa, un televisor, etc., estos objetos pasan a ser de su propiedad. Cuando una persona adquiere un software con licencia no libre, como un sistema operativo, un juego o un paquete de ofimática como el de Microsoft, lo que compra en realidad son los derechos de uso, no del producto en sí. Es como un alquiler de por vida. El software, o producto, sigue siendo propiedad del fabricante, y no del comprador.

Precisamente esta situación de conflicto entre el Copyright (software de licencia no libre) y el Copyleft (software de licencia libre) es tratada por Samuel Rodríguez, miembro de la Universidad Carlos III de Madrid, en la última publicación de la delegación de estudiantes de la UC3M. Según él, "Al aceptar las licencias no libres, el usuario pierde su capacidad para elegir la forma en que disfrutará de lo que compra; dicho de otra forma: El usuario, como tal, pierde un derecho fundamental que es su libertad"

Dentro del mundo multimedia, internet y las licencias, resulta fundamental hablar del DRM (digital rights management). DRM es una sigla que proviene del inglés y que significa Digital Rights Management o gestión de derechos digitales, en castellano. Estos sistemas son medidas tecnológicas de protección que permiten a los titulares de derechos patrimoniales de autor controlar el acceso o uso de archivos digitales por parte de terceros, incluyendo su impresión, copia o incluso visualización. El DRM parecía ser que acabaría en el 2007, sin embargo, hace menos de una semana se ha conocido el impulso que ha vuelto a recibir este sistema por parte de las discográficas.

Resulta interesante pasar por Youtube y hacer un sondeo acerca de las opiniones y posturas que los internautas plasman a través de videos más o menos originales y más o menos profesionales, pero que muestran de manera bastante gráfica el panorama actual al respecto.


La red es un medio ideal para la transmisión de las ideas, ya sea de manera lícita o ilegal. Resulta imprescindible tomar el camino hacia un proceso de cambio que culmine en un universo de ideas libres, abiertas y democráticas. Se ha hablado mucho de esta capacidad democratizadora de internet. El terreno de las innovaciones, de las ideas y de los progresos puede ser uno de los más beneficiados de este aspecto de la red. Quizás algún día sepamos aprovecharlo.

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